La muerte de Makoki - Miguel Ángel Gallardo

Si uno tuviera que citar 3 ó 4 comics representativos de lo que significó el underground en la España de la Transición, uno de ellos sería Makoki. Los otros irían cambiando según el día. Makoki surgió de un relato que Felipe Borrallo contó a Gallardo (dibujante) y Mediavilla (guionista). A éstos, les pareció tan bueno el personaje que decidieron dibujar una historieta con él en la revista Disco Express para pasar, tras su desaparición a la revista Star y de ahí a otras más. Las revistas en esa época duraban menos que un porro en la puerta de la facultad de forestales. No es baladí el símil, vamos a hablar de drogas.

Para crear a un personaje que se escapa de un manicomio con un casco de electroshock en la cabeza y que cada vez que necesita un chute se mete una descarga directamente al córtex, hay que haberse metido algo como mínimo. Además, situarlo en el barrio viejo de Barcelona rodeado de yonquis, pordioseros, putas y algún antiguo miembro de Kaka de Luxe. En pleno lumpen, vaya. Por ello los álbumes de Makoki y amigos (geniales El Niñato, el tío Emo, Buitre Buitaker, etc.) tienen un vocabulario cheli que dejan a Ramoncín como un trovador melindroso. Los ochenta puros y duros. No por ello, los autores, sobre todo Mediavilla, frecuentaban el Barrio Chino y conocían a todos los raterillos y vagabundos de toda la vida, absorviendo sus vivencias y su forma de expresarse. Tan underground eran que hasta se olvidaron de registrar el personaje en su máximo apogeo (a ver quién es el guapo al que se le olvida eso ahora), con una revista a su nombre y todo. Por ello, el primer creador, Felipe Borrallo, empezó a contar con otros dibujantes para seguir las andanzas de Makoki, algo que no le sentó demasiado bien a Gallardo. Cuando la aventura de Borrallo fracasó, Gallardo publica La muerte de Makoki. Mata al personaje de una vez para que nadie haga morrallas con él. Con dos cojones y tanta gloria lleves como paz dejes.

PD: Si a alguien le aburre esto, que también los hay, le dejo con unos minutos musicales.