España 1986. Pasado ya el furor libertario/ficticio de la Transición, la sociedad despierta del sueño. El "todo por hacer" y la ilusión de, por fin, ayudar a construir una sociedad mejor se esfuman al tiempo que España entra en la OTAN y en la Unión Europea. Era necesario cambiar toda la fachada castiza, romper con todos los estereotipos cañís que tanto atraen paradójicamente a los europeos, para ser europeos. Urgía a corto plazo, entre huelga y huelga, una España con la cara lavada que salvaguardara ocultos los mecanismos que la hicieron grande y libre y hoy tan pobre y miserable.
La Mode post-El Zurdo se destapó con esta canción absolutamente vigente (escuchad con atención la letra) y un videoclip sencillo y precioso. Diez años después U2 lo fusilaría vilmente. No importa, Dublín no puede competir con la obrerísima Fuenlabrada de los 80.
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