Aprovechando que en las carteleras de cine se puede ver el engendro biopic basado en la figura de Manuel Vázquez, genio de genios, rescato aquí una obra de su director en forma de cómic. No, aunque lo parezca, la película de Vázquez no la ha dirigido Javier Fesser, sino Óscar Aibar, antaño guionista de cómics. Atolladero.Texas tiene lugar en un pueblo indeterminado enclavado en el imaginario cinematográfico de "lugar yankee fuera-de-toda-ley". Realmente, el cómic es bastante extraño, pues se trata de una serie de historietas de corta duración y ninguna moral, bastante bestias y autoconclusivas (por ese orden). Un pueblo perdido, cuya máxima autoridad es un juez decrépito que disfruta mandando a sus matones a secuestrar niños y fotografiarlos mientras los violan. La mujer del juez, cincuenta años menor, tiene una hija de 10 años, retrasada mental, trabajando en un bar de carretera mientras el dueño acepta dinero a un cura para que éste tenga relaciones sexuales con la niña (nada nuevo bajo el sol). Mientras, un sheriff corrupto que hace la vista gorda ante todo esto, probablemente para salvar el pellejo.
Los estilizados dibujos de Miguel Ángel Martín, de línea clara, realzan toda la locura malsana de sus páginas. El estilo Martín es más que conocido, nadie familiarizado con su obra se va a escandalizar, pero los noveles se sentirán desubicados. ¿Cómo pueden ser tan truculentos unos dibujos tan naïf? Porque la violencia se ve contrastada con esa dulzura.
Por cierto que Atolladero de convirtió tiempo después en una película, dirigida por el propia Aibar. No la he visto, pero tiene a Iggy Pop como protagonista, y eso es más que suficiente.
En la página web de Aibar, Pincha aquí, se puede descargar gratuitamente sus trabajos en el cómic.
Iggy Pop al enterarse de que, en realidad, estaba
haciendo una película española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario