El hijo no nacido es la imposibilidad objetiva de futuro, pero también la libertad de no tener destino. La ausencia de perspectiva, de meta, más allá de la propia vida, es decir, de la propia libertad -la libertad es aquello que no podemos dejar de ser-.
¿Pero para qué vivir si no es para cavar tu propia fosa, palada a palada sin desfallecer, en las nubes, donde no hay estrecheces? Igual que el oficio de escribir, de crear, "oficio de crear", o más bien "imposibilidad de no-crear", es cavar tu propia fosa, palada a palada.
Kertész estuvo en Auschwitz siendo adolescente, y él mismo reniega del lirismo frívolo que envuelve la frase "Auschwitz no tiene explicación". Precisamente si algo tiene Auschwitz, dice, dijo, es explicación. Porque lo único que no tiene explicación, dice, dijo, es la muestra de bondad desinteresada.
"Sí, y precisamente ahora, en mi noche profunda y oscura, veo más que oigo la conversación de aquel círculo (de intelectuales), veo a mi alrededor los rostros melancólicos [...], y entonces alguien tuvo la lúgubre y peregrina idea de que cada uno dijese dónde había estado, a lo cual empezaron a caer los nombres como gotas aisladas e inermes que se desprenden de una nube que pasa y que hace tiempo ha perdido su fuerza: Mauthausen, el recodo del Don, Recsk, Siberia, la cárcel de concentración, Ravensbrück, la calle Fö, avenida Andrássy 60, los pueblos de las deportaciones, las prisiones de después de 1956, Buchenwald, Kistarcsa, y ya temía yo que me tocara el turno, pero alguien por fortuna se me adelantó: 'Auschwitz', dijo con el tono modesto, pero seguro, del triunfador, y el grupo asintió con la cabeza: 'imbatible', terció el dueño de la casa con una sonrisa que oscilaba entre la envidia y el reproche, pero que en el fondo era de reconocimiento." (Págs. 43-44).
En la frase de Godard, "nunca se le perdonará al cine el no haber estado en Auschwitz", hay más compromiso ético que exageración severa. Ahora el cine debe estar en las calles de Gaza, para denunciar la barbarie, el crimen y la muerte. Porque lo que tiene todo aquello, que nadie se engañe, es explicación.
Raoul Lorite
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