Cuando se pone a cantar la Internacional Billy Bragg es muy pesado. Uno no puede disociarlo de ser un trasunto de Ken Loach musical. Algo poco elogioso. Pero cuando deja de tener el puño en alto, Bragg es un gran músico y un inteligente letrista. Que conste que no tengo nada en contra de los músicos comprometidos con las injusticias sociales, al igual que tampoco me molestan los cineastas que denuncian todo aquello que es injusto. Sólo me molestan los autocomplacientes y los voceras. Imaginad que me refiero a Fernando León de Aranoa.
Por supuesto Billy Bragg no es así. Siguiendo los pasos del gran Woody Guthrie (él sí fue un músico totalmente comprometido), al que le dedicó un discazo junto a Wilco llamado Mermaid Avenue, el músico de Barking se estrenó en solitario con este Life's a Riot. La historia del lanzamiento es curiosa y hace tenerle simpatía. Resulta que, debido a que ninguna discográfica le prestaba la mínima atención a su maqueta, el bueno de Billy se disfrazó de reparador técnico de TV y se introdujo así en las oficinas del jefe de Charisma Records. Al jefe le gustó la maqueta pero no la pudo publicar, porque la empresa estaba en bancarrota, pero la envió a otro sello de la empresa, y así pudo lanzarse este disco de 1983.
La canción que más me gusta del disco es The man in the Iron Mask
A New England
No hay comentarios:
Publicar un comentario